III. Bitte III. Deprecación
(aus „Schmücke dich, o liebe Seele“) (de "Adornarte, oh alma querida")
Friedrich Gottlieb Klopstock (1724–1803) Friedrich Gottlieb Klopstock (1724–1803)
O, dass unsr'e Seele würde Oh, that our soul would become
Frei vom Druck der Erdenbürde! Libre de la presión de las cargas terrenales!
Frei von Sünde unser Wille, ¡Libre de pecado nuestra voluntad,
Unser Herz voll Sonntagsstille! Nuestro corazón lleno de serenidad!
Dass von fern aus deinen Höhen Que, desde lejos, tus alturas,
Wir des Lichtes Aufgang sähen, Veríamos la luz del amanecer,
Das die Sel’gen dort verkläret, Que glorifica a los bienaventurados,
Wo der Sonntag ewig währet. Donde el domingo dura para siempre.
IV. Abschied vom Leben IV. Adiós a la vida
Theodor Körner (1791–1813) Theodor Körner (1791–1813)
„Als ich in der Nacht vom 17. zum 18. Juni 1813 "Cuando en la noche del 17 al 18 de junio de 1813,
schwer verwundet und hilflos in einem Holze lag fui gravemente herido e indefenso en un bosque
und zu sterben meinte:“ y me dijeron que muriera:"
Die Wunde brennt, – die bleichen Lippen beben. – La herida arde, – tiemblan los labios pálidos. –
Ich fühl's an meines Herzens matter'm Schlage, Lo siento en el latido más sordo de mi corazón,
Hier steh ich an den Marken meiner Tage. – Aquí estoy a las marcas de mi día. –
Gott, wie du willst, dir hab' ich mich ergeben. – Dios, como desees, te entregué a ti. –
Viel gold'ne Bilder sah ich um mich schweben, Vi muchas aspectos doradas flotando a mi alrededor.
Das schöne Traumlied wird zur Todtenklage! – ¡La hermosa canción de los sueños se convierte en lamentos de muerte! –
Mut! Mut! – Was ich so treu im Herzen trage, ¡Ánimo, Ánimo! – ¡Lo que llevo tan fielmente en mi corazón,
Das muß ja doch dort ewig mit mir leben! – Eso debe vivir allí para siempre conmigo! –
Und was ich hier als Heiligtum erkannte, Y lo que reconocí aquí como un santuario,
Wofür ich rasch und jugendlich entbrannte, Por el cual estallé de manera veloz y juvenil,
Ob ich's nun Freiheit, ob ich's Liebe nannte, Sea como que acabo de llamarlo libertad, de llamarlo amor,
Als lichten Seraph seh ich's vor mir stehen, – Lo veo ante mí como un serafín liviano, –
Und wie die Sinne langsam mir vergehen, Y mientras los sentidos pasan lentamente,
Trägt mich ein Hauch zu morgenroten Höhen. Un aliento me lleva a las alturas del amanecer.